jueves, 26 de mayo de 2011

¿Porqué la Educación Sexual Integral en las escuelas?


La inclusión de la Educación Sexual Integral E.S.I. dentro de la formación sistemática en cada una de las instituciones educativas, reafirma la responsabilidad del Estado en lo que hace  a la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y permite formalizar y sistematizar saberes que históricamente habían quedado circunscriptos a la esfera de lo privado o a iniciativas dispersas y/o asistemáticas.
Reconociendo los derechos y obligaciones que asisten a los padres como primeros educadores de sus hijos y el rol de la familia como institución indisolublemente ligada a la socialización y educación de las personas, la escuela intentará ser, a la vez, un espacio institucional con el deber y la capacidad para generar condiciones que igualen el acceso a la información y a la formación de todos los alumnos/as en lo que hace a la construcción de su identidad, autonomía, inviolabilidad y dignidad. A partir de estas premisas y de los contenidos de la Ley de Educación Sexual Integral Nº 26.150 y los lineamientos curriculares correspondientes a ella (Resolución CFE Nº 43/08), todos los educandos deberán entonces recibir E.S.I. teniendo en cuenta que ésta excede ampliamente la noción más corriente que la asimila a “genitalidad” o a “relaciones sexuales”. Entender que la sexualidad abarca aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos, éticos, étnicos e históricos implica considerarla como una de las dimensiones constitutivas de la persona que, presente de diversas maneras, es relevante para su despliegue y su bienestar durante toda la vida.
Estoy convencida  de que la E.S.I. constituye una oportunidad para que la escuela, en articulación con otros actores, comience a buscar y ofrecer respuestas eficaces a situaciones de vulneración de derechos, como la violencia, abuso, maltrato contra los/as niños/as y adolescentes de todas las medidas de protección y reparación necesarias para atender a estos problemas.
Los lineamientos curriculares se enmarcan en una perspectiva o enfoque que atenderá principalmente a cuatro criterios:
justamente para que esto no suceda
- La promoción de la salud (salud integral).
- Un enfoque integral de la Educación Sexual.
- La consideración de las personas involucradas como sujetos de derecho.
- La especial atención a la complejidad del hecho educativo
Ante todo esto es necesario que las escuelas 
y las familias establezcan espacios 
de comunicación y reflexión para encarar 
juntas el proceso educativo en este terreno
 tan particular y tan sensible.